George H.W. Bush era adepto a escribir cartas.
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Para el expresidente estadounidense fallecido el pasado viernes a los 94 años de edad, las misivas eran la mejor forma de conectarse con sus amigos, familiares, colegas e incluso con sus enemigos.
Muchos de estos textos forman parte de sus memorias "All the best. My Life in Letters and Other Writings" (Te deseo lo mejor. Mi vida a través de mis cartas y otros escritos), publicadas en 1999.
Pero una carta en particular, en la que comparte con su madre la tristeza por la muerte de su hija de tres años Pauline Robinson "Robin", volvió a circular estos días en las redes con motivo de su deceso.
Robin falleció en 1953 después de una batalla de siete meses contra la leucemia.
Una ausencia presente
La Fundación Bush publicó fragmentos de la misiva grabados por la esposa de Bush, Bárbara Bush -también fallecida este año-, en 2012.
La carta, escrita cinco años después de la muerte de la pequeña, revela el dolor que Bush aún siente en ese momento por la falta de su hija.