Liviu Babitz quiere crear nuevos sentidos humanos. Si tocas su pecho, puedes sentir su primer intento: una pequeña vibración cada vez que mira hacia el norte. Si algunos animales tienen ese sexto sentido de la orientación ¿por qué no nosotros?
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Liviu puede hacerlo gracias a un implante electrónico insertado en su tórax llamado North Sense (Sentido Norte). Incluye una brújula en forma de chip, conexión Bluetooth y se adhiere a la piel con dos barras de titanio como si fuera un piercing.
A sus 38 años, Liviu es el director ejecutivo de su propia empresa, Cyborgnest, responsable del diseño del implante. Para él, es un primer paso en la creación de un sistema de navegación completo que espera que le ayude a acabar con la que define como "generación pantalla".
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"Caminas por la calle mirando al celular. Quieres ir a un lugar pero no tienes ni idea de lo que ocurre a tu alrededor porque estabas mirando la pantalla todo el tiempo", le cuenta a la BBC.
"Imagina si no necesitaras hacerlo. Podrías navegar por el mundo como si fueras un pájaro y sabrías todo el tiempo dónde estás exactamente. La gente ciega podría orientarse también".
"Biohacking" casero
El invento de Liviu es bastante inusual, pero se queda en nada comparado con el de Rich Lee, un ebanista de 40 años de Utah, Estados Unidos.