Los colombianos tienen una palabra particular para referirse a algo que no salió como se esperaba.
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"Se descachó", dicen, cuando un cálculo, una predicción o un plan resulta notablemente desfasado de lo que se había proyectado.
Eso fue justo lo que ocurrió en Colombia con el más reciente censo nacional, que se realizó entre enero y octubre de 2018.
El proyecto, calificado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) como "la operación estadística más grande que realiza la entidad", costó más de 130 millones de dólares.
La institución proyectaba que la población de Colombia llegaría a los 50 millones de habitantes.
La sorpresa, sin embargo, llegó cuando este jueves el DANE confirmó algo que desde hace varias semanas se venía anticipando.
El conteo reveló que el país en realidad tiene solo 45,5 millones de habitantes.
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Es decir, entre lo que se había proyectado y lo que realmente arrojó el censo hubo un "descache" del 9%.
Y según el propio DANE, el margen de error para las proyecciones en los censos de América Latina es, en promedio, del 5,7%.
El tema, como era de esperarse, ha generado debate en el país, en donde algunos han denunciado el censo como inexacto y hasta lo han calificado como un "fracaso".
¿Por qué se descacharon?
Aunque el DANE reconoce un problema, ha centrado sus mensajes en aclarar que éste no se debe a que el censo se haya realizado mal.
Por el contrario, afirma que la diferencia se debe a que las proyecciones de población que se hicieron en el censo de 2005 no fueron precisas.