Es un proceso inédito en la historia de México. Y provoca encendidos debates.
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El presidente electo Andrés Manuel López Obrador convocó a una consulta nacional para decidir el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Los mexicanos deben elegir, entre el 25 y 28 de octubre, entre dos opciones: que se mantenga la actual construcción de la terminal aérea en el antiguo lago de Texcoco.
O bien, reacondicionar el actual aeropuerto y el que se ubica en Toluca, Estado de México, así como construir dos pistas en la Base Aérea Militar de Santa Lucía.
Es la primera vez que una obra pública de esta magnitud se somete a consulta en México. Y hasta ahora el ejercicio ha provocado una profunda controversia.
Los críticos del proceso, como el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, dicen que cancelar la construcción tendría consecuencias financieras “irreparables” para el país.
Es falso, responde López Obrador.