Alemania fue durante años la selección que todos querían seguir, el punto de referencia en el mundo del fútbol.
PUBLICIDAD
Campeón del mundo en 2014, tras someter a su fútbol a un largo y meticuloso proceso de formación y desarrollo, el Mannschaft pareció por momentos invencible gracias a una exquisita técnica que combinaba a la perfección con su potencia física y mentalidad infranqueable.
Una máquina de fútbol que alcanzó su máxima expresión con la destrucción 7 a 1 de Brasil en Belo Horizonte y que logró la consagración venciendo a Argentina en la final.
Fue una demostración de poder pocas veces vista, superando a los dos gigantes sudamericanos para conquistar un territorio que ningún país europeo había podido en la historia del fútbol.
Pero en el momento que se levantó la Copa del Mundo también comenzó un proceso de recambio en la selección.
Siempre dirigidos por el técnico Joachim Low, Alemania fue asumiendo la salida de algunas de sus principales figuras abriéndole la puerta a nuevos jugadores, siempre fiel al estilo que le había dado tanto éxito.
Supo sobreponerse a la frustración de perder contra Francia en las semifinales de la Eurocopa 2016 completando unas eliminatorias perfectas al Mundial de Rusia.