Para él, las mujeres de derecha "son más limpias" que las de izquierda, los homosexuales quieren ser una "superraza" y el feminismo es una "enfermedad".
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Es Eduardo Bolsonaro -tercer hijo de Jair Bolsonaro, el candidato de la extrema derecha a la presidencia de Brasil- que se convirtió el domingo en el diputado federal más votado en la historia del país sudamericano.
A sus 34 años, el policía devenido político se presentó a la reelección por el escaño que conservaba en la Cámara Baja desde 2014 por el estado de São Paulo y por el Partido Social Liberal, que lidera su padre.
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Y aunque era favorito, el resultado rompió todos los pronósticos: obtuvo 1.814.443 votos, superior al récord que había establecido en 2002 Enéas Carneio, otro candidato de la ultraderecha que alcanzó 1.573.642 puntos.
De acuerdo con fuentes electorales, la votación representa un aumento de aceptación de 2.030% para Bolsonaro, quien, cuando se presentó a las contiendas electorales en 2014, solo obtuvo 82.224 votos y quedó en el lugar 61 entre los más votado en São Paulo.
Analistas brasileños aseguran que los resultados del domingo fueron solo la confirmación de una ascendente carrera política del también abogado, cuyos comentarios y controvertidos proyectos políticos lo han colocado en las márgenes del escándalo y la polémica.
Pero que, también, lo han convertido en uno de los políticos jóvenes más populares del país.
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Un diputado populista
Desde que Jair Bolsonaro fue apuñalado a inicio de septiembre, Eduardo se convirtió en una de las caras más visible de la campaña.
Era él quien daba muchos de los partes sobre el estado de su padre y quien ofrecía entrevistas y comentarios a medios locales e internacionales.
