Los reflejos son una respuesta involuntaria a determinados estímulos. Muchos son innatos, pero otros pueden aprenderse y mejorarse, con los beneficios que esto aporta a nuestra salud.
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Los reflejos innatos, también llamados actos reflejos, los ejecuta el sistema nervioso periférico y se activan para protegernos, según explicó a BBC Mundo el neurocientífico Calvin Smith a BBC Mundo.
Un reflejo de este tipo sería, por ejemplo, apartar la mano de una fuente de calor intensa.
Pero después están los adquiridos, aquellos que se aprenden a través de la experiencia, como pisar el freno del auto al observar la luz roja en un semáforo.
Estos últimos sí se ejercitan, dice la Clínica Mayo de Estados Unidos, lo que puede ayudarnos, por ejemplo, a mejorar nuestro rendimiento deportivo y nuestra capacidad cognitiva.
La institución sugiere una serie de prácticas sencillas:
1. Come huevos y espinacas
De acuerdo con investigadores de las universidades holandesas de Leiden y Ámsterdam, estos alimentos no solo te ayudan en la práctica deportiva, contribuyendo a combatir la fatiga y a recuperar la energía, sino también a nivel emocional.