BBC Mundo

“Mis padres me pegaban para que no fuera un bailarín de danza del vientre”

Ser bailarín de danza oriental no fue una elección fácil para Eshan Hilal. En India y en otras partes del mundo se necesita valentía para optar por esta carrera, sobre todo si eres hombre.

Cuando era niño, a Eshan Hilal le pegaban para que no bailara. Pero no lograron disuadirle de que hiciera caso a su pasión: ser bailarín de danza del vientre.

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"Adoro mi danza. Me siento conectado a Dios. Cada una de mis células baila conmigo. Cuando bailo, siento mi existencia en este planeta. Siento que es el propósito para el que vine al mundo", le contó a la BBC.

En sus actuaciones, Eshan Hilal suele llevar una falda larga y vaporosa, una blusa con lentejuelas y un cinturón de monedas tintineantes. Y el cabello peinado hacia atrás.

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Siempre amó bailar. A los 5 años ya bailaba canciones de Bollywood. Pero a medida que se hacía mayor, los miembros de su familia desaprobaban cada vez más lo que hacía.

"Me decían: ‘Eres un niño, ¡compórtate como tal!’", dice Eshan, quien ahora tiene 25 años. "Se supone que no debes bailar porque es de chicas. Queremos que seas un hombre varonil".

Cuando todos los niños jugaban al cricket, Eshan se quedaba en casa bordando y jugando a las muñecas. Su hermano pequeño le preguntaba si quería salir a dar una vuelta en bicicleta, pero él prefería no ir.

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