Esta es la historia de Becky, una madre británica que contrajo el virus del VIH poco antes de cumplir 30 años.
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Decidió contar su historia porque cuando supo que había contraído el virus no encontró muchos testimonios de mujeres que hablaran sobre los desafíos que representa para una misma, y para otros otros, aceptar y convivir con el virus.
Esta nota está escrita en primera persona y es una adaptación del testimonio que recogió Natalie Ktena para BBC Three.
Estaba nerviosa. Me encontraba sentada con mi hija en las rodillas frente al profesional sanitario pronunciaría las palabras que cambiarían mi vida para siempre: "Su prueba de VIH ha resultado positiva".
¿Cómo? Sentí frío por el shock. Mi cuerpo se entumeció completamente, mientras las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.
Un millón de preguntas asaltaron mi cabeza. En aquel entonces tenía unos treinta años y me preguntaba si llegaría a vivir más allá de los cuarenta. ¿Sería capaz de tener más hijos? ¿Volvería a tener una relación alguna vez? Pero todo lo que pude decir fue una frase: "No, eso no es posible".
Y empecé a recordar cómo había llegado a esa situación.