Antoine Griezmann apenas y dio un tímido abrazo a sus compañeros.
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El delantero del Atlético de Madrid marcó el segundo gol y definitivo con el que Francia venció a Uruguay este viernes en los cuartos de final del Mundial Rusia 2018.
Su gol sentenciaba el pase a la semifinal, algo que cualquier jugador hubiera celebrado de forma explosiva.
Pero no Griezmann y no ante la Celeste. El jugador de 27 años se dice "medio uruguayo".
"En mis primeros pasos en el mundo del fútbol siempre tuve un uruguayo que me ayudó, que me enseñó lo bueno y lo malo de este deporte y de la vida", dijo el francés al terminar el partido.
"Por respeto, pensé que no era apropiado celebrar ese gol", declaró.