Ponerle gasolina al carro suele ser algo absolutamente banal en la mayoría de países, pero dependiendo de dónde vivas el impacto en tu bolsillo puede ser bien diferente.
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Aunque la gasolina (o el diesel) se venda en el mundo entero, las condiciones que determinan su precio son bien distintas. Y las razones que lo hacen aumentar, también.
El precio de los combustibles está sujeto a muchas y diferentes variables. Suelen influir las ayudas del gobierno, los impuestos, el precio del barril del petróleo, las políticas antiinflacionistas o si un país ha de importar el petróleo o, por el contrario, puede producirlo.
Todo esto puede modificar el precio del litro de gasolina de forma radical, haciendo que en un país pague hasta 200 veces más que otro.
Pero también influye el poder adquisitivo del consumidor. Por ejemplo, aunque el precio de la gasolina sea muy alto en Holanda y muy bajo en Bolivia eso no quiere decir que la gasolina resulte muy cara para los holandeses o muy barata para los bolivianos. Todo dependerá de su poder de compra.