La orden vino de un tribunal: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no debe "bloquear" a usuarios de Twitter.
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Naomi Reice Buchwald, una jueza de distrito en Nueva York, determinó que es una violación a la libertad de expresión recibir un bloqueo por parte de @realDonaldTrump, la cuenta personal en Twitter que usa el presidente estadounidense cotidianamente.
La decisión viene tras una demanda contra el mandatario y otros funcionarios de la Casa Blanca que buscaba impedir que usuarios de esa red social fueran bloqueados debido a sus puntos de vista políticos.
Bloquear a los usuarios "basándose en sus mensajes políticos constituye un punto de discriminación", razonó Buchwald.
El Instituto de los Caballeros de la Primera Enmienda, una organización académica de la Universidad de Columbia, presentó la demanda a nombre de siete usuarios de Twitter que habían sido bloqueados por Trump por criticarlo o mofarse de él en línea.
La juez estuvo de acuerdo con el argumento de los demandantes de que la plataforma de redes sociales puede ser considerado como un "foro público" al que tienen derecho de acceso todos los ciudadanos estadounidenses.
Buchwald sopesó si un funcionario público puede "bloquear" a una persona en Twitter, alegando que actúa bajo su libertad de expresión constitucional, por las opiniones políticas que exprese el usuario de la red social.
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También examinó si el ser presidente de EE.UU. hace que Trump temga una consideración especial.
"La respuesta a ambas preguntas es no", determinó la jueza Buchwald.
@realDonaldTrump
Trump tiene más de 52 millones de seguidores en Twitter, su plataforma preferida de redes sociales a la que se unió en marzo de 2009.
Es un activo usuarios de la red social, con más de 37.600 mensajes publicados.
Sigue menos de 50 cuentas, entre ellos familiares, colaboradores de la Casa Blanca, líderes del Partido Republicano y algunos presentadores del canal Fox News.
Solo ha elegido 25 tuits como favoritos con la opción "Me gusta", muchos de ellos de él mismo.
La cuenta presidencial oficial, @Potus, tiene 23 millones de seguidores -la mitad que los de la cuenta personal de Trump- y ha publicado más de 2.800 mensajes.
Muchos de sus mensajes son retuits de lo que dijo el mandatario en su cuenta @realDonaldTrump.
El caso O’Reilly
Es notoria la predilección de Trump por comunicarse a través de su cuenta personal, en lugar de la oficial o a través de la oficina de prensa de la Casa Blanca, para hacer anuncios oficiales.
Holly Figueroa O’Reilly (que usa la cuenta @AynRandPaulRyan), fue bloqueada en mayo del año pasado después de publicar una imagen animada GIF sobre la reunión de Trump con el papa Francisco.
https://twitter.com/aynrandpaulryan/status/868842669069422592
La foto, que algunos dijeron que mostraba al pontífice mirando a Trump, tenía un mensaje que la acompañaba: "Así es como te ve todo el mundo".
Poco después de ser bloqueada, O’Reilly le dijo a la revista Time que eso era "como si Franklin Delano Roosevelt se llevara mi radio", refiriéndose al presidente de EE.UU. de la Segunda Guerra Mundial que hablaba con los estadounidenses en programas radiofónicos.
Al principio del juicio, Buchwald sugirió que el presidente simplemente debería usar la opción "Silenciar" para las cuentas que no quiere ver.
Eso haría que sus críticos pudieran seguir viendo sus tuits, aunque él deje de ver las cuentas y menciones que no son de su agrado.