No sólo se trata si es mejor hacer ejercicio antes o después de desayunar, sino de cómo es posible someter al cuerpo a una rutina de entrenamiento cuando no se puede comer o beber la mayor parte del día.
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Esta es la situación a la que se enfrentan 1.600 millones de musulmanes en todo el mundo con el comienzo esta semana del Ramadán, el mes sagrado de ayuno y purificación del Islam en el que no se puede ingerir ningún alimento o líquido desde el amanecer hasta el anochecer.
Al estar basado en el calendario lunar, las fechas varían cada año, por lo que en algunos países el ayuno se puede extender hasta por 18 horas.