Tan festiva y multitudinaria es la reunión anual de Berkshire Hathaway, la compañía del multimillonario Warren Buffett, que algunos la definen como el "Woodstock para capitalistas", en referencia al famoso megafestival de música que se celebró en el estado de Nueva York en 1969.
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A la ciudad de Omaha, en el centro de Estados Unidos y el lugar de nacimiento de Buffett, arribaron para pasar el fin de semana decenas de miles de accionistas de la empresa, periodistas, famosos y curiosos.
¿El principal propósito? Escuchar atentamente las palabras del gurú de las inversiones, que el próximo agosto cumplirá 88 años.
Para muchos, este encuentro es una oportunidad para aprender sobre inversiones y negocios de boca del mismísimo director general de la empresa -cuya fortuna estimada en US$86.900 millones lo convierte en el tercer hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, pero también para compartir e intercambiar experiencias con otros accionistas.
Sus orígenes, sin embargo, fueron humildes: la primera asamblea llevada a cabo en 1982 en la cafetería de una empresa de seguros contó solo con 15 participantes.