Cuando una grave lesión puso fin al sueño de Greg Cox de convertirse en un jugador de rugby profesional, nunca se imaginó que terminaría haciendo una fortuna en el mundo de los negocios.
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A los 18 años tenía una prometedora carrera por delante, hasta que un esguince en el ligamento de una rodilla lo hizo salir de emergencia de un entrenamiento.
"Tuve una operación y volví a jugar a mi equipo el año siguiente", cuenta. "Todavía me estaba recuperando de la lesión y no pude dedicarme al rugby como lo hacía antes"
Cuando se dio cuenta de que su contrato en el club británico Wasps no sería renovado, se fue a trabajar como obrero de la construcción.
"Ganaba cerca de US$400 a la semana -pagados de manera informal-, pero quería hacer algo más. Me preguntaba cómo podía ganar más dinero".