Tras el inusitado diálogo con su "enemigo histórico" Corea del Sur, Corea del Norte parece extender su ramo de olivo también a Estados Unidos.
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El líder norcoreano, Kim Jong-un, se mostró este martes dispuesto a establecer un diálogo con Washington y hasta deshacerse de sus armas nucleares.
Eso sí, para ello requeriría que el gobierno de Pyongyang no se siente amenazado después de las conversaciones, según informó una delegación de Corea del Sur que visitó la capital norcoreana.
Tras regresar a Seúl, el jefe de seguridad nacional surcoreano, Chung Eui-yong informó, además, que Kim está también abierto a suspender las pruebas nucleares y de misiles mientras se lleven a cabo los diálogos.
Ante la inusitada rama de olivos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump publicó en Twitter que, por primera vez en muchos años, todos los interesados estaban haciendo "un gran esfuerzo", aunque señaló que podría tratarse de una "falsa esperanza".
Chung anunció, además, que Kim se reunirá con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, el próximo mes.
El encuentro formó parte de una serie de acciones con miras a acercar a las dos Coreas que surgió en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron en el Sur en febrero.
Anteriores intentos de diálogos entre los tres países concluyeron sin resultados.