Puede decirse que lo han puesto en un compromiso.
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Mark Hamill, Luke SkyWalker en la saga, acudirá este domingo a los Oscar por primera vez en 40 años. Pero él preferiría quedarse en casa y ver la ceremonia en pijama.
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Lo confesó durante su paso por la alfombra verde que caracteriza a lo Oscar Wilde Awards (los máximos galardones del cine irlandés) cuando aseguró que había disfrutado mucho los últimos años "viendo el show en pijama y diciendo ‘¡mira el peinado que lleva aquel!’".
En lugar de eso, el actor estará presentando el Oscar al mejor corto animado en la gran fiesta de Hollywood.
Es la primera vez que acude a la ceremonia desde 1978 y, aunque reconoce que es un honor haber sido invitado para entregar un premio, podría pasarla mejor en un ambiente más íntimo.
"Ahora tengo que ponerme un esmoquin y ser parte del espectáculo porque estoy presentando", le dijo a la BBC. "Créanme, aunque sea un gran honor, es mucho más divertido verlo en casa".
Divertida y desenfada
Hamill espera que la ceremonia sea "divertida y desenfadada" a pesar de que este año se cree que la gala tendrá bastante carga política tras el movimiento #MeToo y la reivindicación de que se escriban más personajes femeninos y con mayor diversidad.
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"A veces todo se llena de política o campañas, pero creo que es un buen momento para que todos se relajen y se diviertan. Al menos es lo que haré yo".
El exprotagonista de "La Guerra de las Galaxias", de hecho, no piensa quedarse sentado en el sitio después de ofrecer la estatuilla sino deambular entre bastidores.
