El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, apareció en público el martes de una manera inusual.
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Acompañado por el director de la policía y el ministro del Interior, Tibor Gašpar y Robert Kalinak, el primer ministro se dirigió a los eslovacos parado al lado de una mesa en la que se amontonaban varios fajos de billetes.
Según explicó, era un millón de euros (US$1,2 millones), la recompensa que pagaría a la persona que ofrezca a las autoridades información sobre un crimen que ha conmocionado al pequeño estado de la Unión Europea.
Por primera vez un periodista muere asesinado en la corta historia de este país, uno de los dos creados en 1989 tras la disolución de Checoslovaquia.
Jan Kuciak, reportero de 27 años, y su novia, Martina Kusnirova, fueron asesinados a tiros el fin de semana en su casa de Velka Maca, un pueblo a 65 kilómetros al este de la capital, Bratislava.