Descontento con la educación que recibían sus hijos, Elon Musk hizo lo que muchos otros padres harían, los sacó de la escuela.
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Pero el siguiente paso que dio el fundador y director de Tesla y SpaceX, entre otras compañías, está fuera del alcance de la mayoría: creó su propia escuela, Ad Astra ("hacia las estrellas").
Sin página web o visitas guiadas abiertas al público general, Ad Astra funciona desde hace tres años en el sur de Los Ángeles, California, rodeada de un halo de misterio y secretismo.
"Creé una pequeña escuela", dijo el multimillonario empresario sobre Ad Astra. Fue en una entrevista concedida a una televisión de Pekín, China, en 2015, meses después de la apertura.
Lo hizo para ofrecerles una enseñanza alternativa a sus cinco hijos, que estudiaban en la exclusiva escuela Mirman para niños superdotados en Beverly Hills, Los Ángeles.