Sesenta pequeños fragmentos se juntaron con minuciosidad durante un año, y al unirlos identificaron el nombre de un festival que marcaba los cambios de estaciones.
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Eso fue lo que descubrió un grupo de investigadores en una de las últimas partes de los Rollos del Mar Muerto, considerados como unos de los textos bíblicos más antiguos.
La mayoría de los cerca de 900 manuscritos estaban muy dañados y se estima que había unos 15.000 fragmentos, lo que dificultó la tarea de interpretarlos.
Ahora, a 70 años después de su hallazgo, investigadores en Israel encontraron que el texto se refiere a una serie de festividades que celebraba la antigua secta judía de los esenios.
Se cree que dicha secta escribió los manuscritos hace unos dos mil años.