Cada vez que le cuento a alguien que estoy haciendo antigimnasia recibo un bombardeo de risas y bromas como estas:
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- ¿No se hace nada? Suena como algo perfecto para mí.
- ¿Te sientas en el sofá y ves televisión? ¡Me encanta!
- Adelgazar sin moverse de la casa. ¡Fantástico!
Y sí, es cierto que el nombre puede prestarse para malentendidos, pero los bromistas están muy lejos de la realidad.
La antigimnasia es un método de trabajo corporal que busca que quien la practica conozca su cuerpo y sea capaz de habitarlo, de entender cómo las diferentes partes se conectan entre sí, de reconocer y despertar las zonas que están dormidas, que han perdido movilidad o sensación, con el fin último de aumentar su bienestar.
Se hace a través de una serie de ejercicios pequeños y simples, pero muy poderosos.