Probablemente muchos peruanos recordarán siempre lo que estaban haciendo la noche del 24 de diciembre de 2017 cuando presidencia que Alberto Fujimori saldría libre.
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Pedro Pablo Kuczynski otorgó un indulto humanitario al exmandatario, que cumplía una condena de 25 años de prisión por las matanzas de Barrios y La Cantuta, que dejaron 25 muertos; y por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.
El perdón provocó una división muy fuerte en la sociedad peruana.
Los seguidores del expresidente celebraron la noticia, ya que le atribuyen a Fujimori la derrota de los grupos armados Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y la solución de la crisis económica en la que Perú estaba sumido a inicios de los años 90.
Pero sus detractores han convocado marchas para protestar contra la gracia.
No olvidan los crímenes de lesa humanidad por los que Fujimori estaba convicto y sospechan que Kuczynski tomó la decisión a cambio del voto que lo salvó de ser destituido por el Congreso de Kenji Fujimori, hijo del beneficiado, y otros nueve congresistas.
Pero, más allá de situaciones de guerra, como la Ley de Amnistía que se aprobó en 1993 en El Salvador o el sistema especial de justicia transicional en Colombia que es parte del acuerdo de paz con las FARC, esta no es la primera vez que un perdón marca a un país.
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Te contamos qué otros casos pasaron a la historia.
1. Carlos Menem a Rafael Videla (1990)
Rafael Videla, presidente de facto de Argentina de 1976 a 1981, fue condenado en 1985 a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad.
En diciembre de 1990, el entonces presidente de Argentina, Carlos Menem, firmó una ley en la que indultaba a Videla y a Eduardo Emilio Massera, otro miembro del gobierno militar, preso también por violaciones a los derechos humanos.
Ese indulto favoreció a cerca de 50 exmilitares de alto rango.