2017 fue el año en el que los hackers hicieron temblar al mundo.
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Los ciberataques WannaCry y Petya, la filtración de correos en las elecciones francesas o los robos masivos de bitcoins son sólo algunos ejemplos de titulares protagonizados por delincuentes informáticos en distintas partes del mundo.
La seguridad en internet es, sin duda, uno de los temas más debatidos del momento. Sin embargo, las medidas que tomamos para protegernos de la actividad de los hackers no siempre son suficientes.
Una parte vital de la protección frente a los piratas informáticos son las contraseñas que usamos.
El error más común es utilizar la misma contraseña en diferentes sitios de internet…. y, además, no siempre es una clave segura.
Muchas veces buscamos palabras que nos resulten fáciles de memorizar, lo cual hace que muchas veces esa contraseña no sea lo suficientemente robusta. Y los hackers se aprovechan de eso.
Lo curioso es que año tras año solemos repetir los mismos errores.
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La compañía de gestión de contraseñas online SplashData calcula que al menos el 10% de los usuarios de internet utilizó a lo largo de este año una de las 25 peores contraseñas que aparecen en su lista, que elabora anualmente desde hace 7 años.