"No puedo definir el problema real, por lo tanto sospecho que no hay un problema real, pero no estoy seguro de que no lo haya".
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Estas son palabras del físico estadounidense Richard Feymann, en alusión a los enigmas y paradojas de la mecánica cuántica, la teoría usada para describir los objetos más pequeños en el Universo.
Pero bien podría haber estado hablando del problema, igualmente enredado, de la conciencia.
Algunos científicos piensan que ya la entendemos o que es una mera ilusión. Otros creen que no comprendemos de dónde viene.
El eterno acertijo de la consciencia incluso ha llevado a algunos investigadores a invocar a la física cuántica para explicarla.
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La noción siempre ha provocado escepticismo, pues no suena sensato explicar un misterio con otro. Pero hay una relación entre la mente y la teoría cuántica desde casi el comienzo.