Cerca de 10 millones de personas en Irán viven con discapacidades, según cifras de organizaciones activistas, pero el tema en gran medida causa vergüenza, escribe Feranak Amidi, periodista de la BBC sobre asuntos de la mujer en Medio Oriente.
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Un área que es particularmente tabú en este país socialmente conservador es el sexo, y más aún las necesidades sexuales de las mujeres discapacitadas.
Aquí, Mitra Farazandeh, de 41 años, que vive con discapacidades en una pequeña aldea en el norte de Irán, describe su propia experiencia y frustraciones.
Soy una mujer. Soy una mujer con un 75% de discapacidad física. Sí, experimenté el amor. Siempre digo que una persona que no ha experimentado o sentido amor es como un espantapájaros en una granja, sin vida.
Tenía 11 años cuando me di cuenta de que tenía un sentimiento especial sobre el hijo de nuestro vecino. Esta sensación no tenía sentido para mí.
En aquellos días, no me consideraba humana. Debido a mi discapacidad y deformidad, no creía que mereciera vivir. Estaba esperando el momento no deseado de la muerte.