Lo que prometía ser una fiesta terminó en descontrol. Lionel Messi protagonizó una visita al Salt Lake Stadium de Calcuta, India, como parte de una gira promocional, pero el evento acabó suspendido tras disturbios en las gradas, invasión de cancha y lanzamiento de sillas al campo de juego.
El astro argentino estuvo apenas 22 minutos sobre el césped, acompañado por Luis Suárez y Rodrigo De Paul, tiempo que no fue suficiente para un público que había colmado el estadio con la ilusión de verlo más tiempo en acción.
Sillazos, bronca e invasión de campo
Según reportes desde el lugar, apenas Messi se retiró por el túnel, varios asistentes comenzaron a arrojar sillas desde las tribunas, las cuales terminaron acumuladas en el césped del estadio.La situación escaló rápidamente y, minutos después, un grupo de hinchas invadió el campo de juego, generando corridas y algunos enfrentamientos entre fanáticos.
El escenario obligó a una intervención de seguridad y, ante la imposibilidad de controlar los disturbios, las autoridades decidieron dar por concluida la jornada.
El precio de la ilusión (y del enojo)
Uno de los principales detonantes del malestar fue el valor de las entradas.Los hinchas pagaron 4.366 rupias indias, monto que equivale aproximadamente a 50 dólares, una cifra considerada elevada para un evento en el que Messi solo apareció brevemente y no participó de ninguna exhibición deportiva formal.
La combinación de altas expectativas, poca acción y una logística cuestionada terminó encendiendo la mecha en Calcuta, dejando una imagen poco habitual en un evento protagonizado por el campeón del mundo.

