La derrota de Merab Dvalishvili ante Petr Yan en el T-Mobile Arena reconfigura por completo el panorama del peso gallo de la UFC y abre un debate clave: ¿beneficia o perjudica esta caída a Marlon ‘Chito’ Vera? Con el ecuatoriano ubicado como número 8 del ranking, la llegada de un nuevo monarca, sumada a un calendario cargado de combates élite, obliga a analizar si el tricolor aún tiene margen para volver a la disputa del título en 2026 o si el escenario se aleja aún más.
¿Qué significa la victoria de Petr Yan para la división gallo?
La victoria del ruso Petr Yan por decisión unánime, tras dominar el striking y la lucha, cortó en seco el ascenso de Merab Dvalishvili y devolvió a Yan a la cima de las 135 libras. Este resultado resta valor inmediato a la victoria pasada de Cory Sandhagen sobre Merab, pero al mismo tiempo eleva el listón competitivo: Yan es un campeón probado, con presión constante y poca paciencia para aspirantes en reconstrucción.
¿La derrota de Merab beneficia o perjudica a Chito Vera?
Desde una mirada crítica, no es una buena noticia para Chito Vera a corto plazo. El ecuatoriano viene de tres derrotas consecutivas ante Sean O’Malley, Deiveson Figueiredo y Aiemann Zahabi, lo que lo obliga a reconstruir su camino. Con Yan como campeón, la UFC priorizará nombres en racha o talentos emergentes, no veteranos en retroceso estadístico.
¿Cómo se reordena el ranking y qué peleas vienen?
La próxima gran pelea será Sean O’Malley vs Song Yadong, combate que definirá un retador fuerte. En paralelo, Figueiredo se medirá ante Umar Nurmagomedov, mientras Cory Sandhagen, derrotado previamente por Merab, pierde fuerza en la conversación titular. En el acecho aparece Mario Bautista, quien también cayó ante un daguestaní, pero sigue siendo un cruce lógico para Chito.
¿Qué necesita Chito Vera para volver a pelear por el título?
En un escenario realista para 2026, Chito necesita al menos tres victorias consecutivas, ante rivales del top 10 como Mario Bautista, el perdedor de O’Malley vs Song Yadong o incluso una revancha estratégica. No hay atajos: hoy el margen de error se acabó.