La Tri volvió a caer en un guion repetido: control absoluto del balón, pero muy poca profundidad. A pesar de jugar con un hombre de más desde los 5 minutos, tras la expulsión de Ali Ahmed, Ecuador no logró transformar la superioridad numérica en ocasiones claras y terminó dejando, otra vez, más dudas que certezas en el primer tiempo ante Canadá.
Posesión sin daño: el problema de siempre
El equipo de Sebastián Beccacece manejó la pelota con paciencia, moviéndola de lado a lado, pero sin ese pase que quiebra líneas y enciende alarmas. El juego fue excesivamente horizontal, casi predecible, y eso permitió que Canadá, aun con diez, mantuviera el orden sin sufrir demasiado.
Faltó un futbolista que verticalice, que rompa, que se atreva. La Tri administró, pero no lastimó.
Dos puntas… que no reciben balones
Aunque la alineación incluía dos delanteros, Enner Valencia y Kevin “La Rola” Rodríguez estuvieron desconectados del circuito ofensivo. Si no llega la pelota, no existe el peligro. Y Ecuador, más allá de la posesión, no tuvo claridad para construir juego entre líneas.
Mientras tanto, Canadá sí avisó: Jonathan David tuvo la más clara del partido, obligando a Hernán Galíndez a aparecer como “San Hernán” para evitar el 0-1. Un susto que encendió todas las alarmas.
La única jugada profunda llegó al minuto 30
Recién a la media hora Ecuador encontró una acción limpia. Moisés Caicedo filtró un pase perfecto entre centrales para la diagonal de Enner Valencia, quien definió cruzado… pero la pelota terminó en la malla lateral.
Fue el primer destello de lo que La Tri puede hacer cuando se atreve y rompe líneas.
Ecuador tiene control, tiene talento y tiene superioridad numérica… pero le falta atrevimiento. Si quiere llevarse el partido, deberá activar a sus delanteros y transformar la posesión en ocasiones reales. La Tri domina, sí, pero todavía no golpea y ojalá cambie para la segunda parte.