Un intenso debate en el programa deportivo Erick & Gonzalo terminó este 25 de septiembre en un altercado físico entre los periodistas Silvio Valencia y Evaristo Cruz “Chevaristo”, tras la eliminación de Alianza Lima contra Universitario de Chile por Copa Sudamericana.
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El cruce comenzó con críticas mutuas al planteamiento táctico del DT Néstor Gorosito y derivó en insultos personales cargados, amenazas y finalmente un puñetazo que hizo que la producción cortara la transmisión en vivo. El incidente se viralizó y generó indignación frente a los límites del debate televisivo.
¿Qué lo detonó y cómo escaló la discusión?
La chispa se encendió cuando los panelistas discutían sobre la actuación de Alianza Lima: Silvio Valencia criticaba que el equipo no tuvo argumentos suficientes para avanzar, mientras que ‘Chevaristo’ aceptaba errores pero apuntaba a la presión mediática y defensas al DT.
Valencia lanzó frases despectivas hacia ‘Chevaristo’, acusándolo de defender posiciones débiles y burlándose de aspectos personales (“¿Cómprate ropa?”, “Puneño”), lo que intensificó el tono verbal.
El punto de quiebre ocurrió cuando ‘Chevaristo’ anunció que pediría cortar la transmisión si Valencia seguía insultándolo, advirtiendo que estaba listo para agredirlo. Segundos después, se levantó, salió aparentemente de la cámara, regresó y le propinó un puñetazo a Valencia, quien cayó de su silla.
Ante esto, la producción interrumpió el programa de inmediato, silenciando micrófonos y mostrando un anuncio o gráfico de patrocinador para tapar la escena. El video original fue eliminado de la señal oficial.
¿Existen antecedentes similares en la televisión peruana?
Sí. Este no es el primer episodio de confrontaciones mediáticas entre Silvio Valencia u otros panelistas. Por ejemplo:
- Ya hace poco tuvo un enfrentamiento verbal con Gustavo Barnechea en el mismo programa Erick & Gonzalo, que también subió de tono al punto de estar cerca de lo físico.
- En otro espacio digital, José Luis “Puma” Carranza intervino de forma agresiva en debates con ‘Chevaristo’, lo que también requirió intervención de producción para evitar que la discusión se intensificara en algo físico.
Estas situaciones anteriores reflejan una tendencia en ciertos espacios deportivos donde el debate se mezcla con lo provocativo, lo personal y, en algunos casos, la falta de control en vivo.