El fútbol ecuatoriano atraviesa su mayor crisis sin precedentes debido a amaños de partidos.
PUBLICIDAD
Lo que hasta hace poco se consideraban episodios aislados de irregularidades en torneos menores, hoy se revela como una estructura organizada que manipula resultados y está directamente vinculada al crimen organizado y a las apuestas ilegales.
Dos jugadores de El Nacional extorsionados
Uno de los clubes más tradicionales, El Nacional, enfrenta un episodio crítico. Según el periodista deportivo Roberth Torres, dos de sus futbolistas —el arquero David Cabezas y el defensor Anthony Bedoya— se encuentran en negociaciones para rescindir sus contratos.

Ambos habrían sido víctimas de llamadas sospechosas y presiones externas que generaron un ambiente insostenible dentro del camerino.
La directiva del club trabaja en acuerdos que permitan cerrar sus vínculos contractuales sin conflicto, mientras la investigación avanza.
Este hecho confirma que la red criminal ya no se limita a divisiones menores, sino que ha puesto la mira en la élite del balompié ecuatoriano.
Asesinatos que estremecen al fútbol
En este septiembre, tres jugadores perdieron la vida en circunstancias que la Policía relaciona directamente con el crimen organizado:
PUBLICIDAD
- Maicol Valencia y Leandro Yépez, del club Exapromo, fueron asesinados en un hostal de Manta.
- Jonathan González, del club 22 de Julio (Serie B), fue ejecutado en su vivienda en Esmeraldas tras negarse a manipular partidos.
Estos crímenes no solo evidencian la magnitud del problema, sino también el peligro real que enfrentan los futbolistas al resistirse a las presiones del sistema ilegal de apuestas.
El caso ya se encuentra en conocimiento de la LigaPro y de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), mientras que el club militar se pronunciará en los próximos días mediante un comunicado oficial.