Independiente del Valle saltará al gramado del estadio Palogrande con una misión titánica: revertir el 2-0 que logró Once Caldas en Quito por la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2025. El equipo ecuatoriano, acostumbrado a desafiar los pronósticos, buscará una nueva noche mágica que lo mantenga en carrera hacia las semifinales del torneo.
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Los Rayados del Valle apelan a su historia como “Matagigantes”, aquella que les permitió alzar el título continental en 2019 y 2022, y que hoy alimenta la ilusión de que una remontada es posible. El desafío es claro: ganar por al menos tres goles de diferencia para clasificar directamente, o imponerse por dos tantos para forzar la definición desde el punto penal.
Más allá de lo futbolístico, el conjunto dirigido por Javier Rabanal sabe que cuenta con un factor histórico que impulsa la fe de sus hinchas. Desde su primera corona, IDV ha mostrado un patrón: tras dos años de sequía internacional, a la “tercera es la vencida”. Así lo demostró en 2022 y ahora, en 2025, el destino parece ponerle nuevamente a prueba.
El premio no es menor: el ganador de la llave se medirá en semifinales al vencedor del duelo entre Bolívar y Atlético Mineiro, rivales de peso que podrían convertirse en la siguiente página de la historia rayada.
Independiente del Valle, que tantas veces escribió capítulos inolvidables en escenarios adversos, en Libertadores y Sudamericana, quiere confirmar una vez más que la etiqueta de “Matagigantes” no es casualidad, sino parte de su ADN.