Christian Gray, profesor neozelandés y defensor de Auckland City, celebró el “gol de su vida” tras empatar 1‑1 contra Boca Juniors en el Mundial de Clubes, y declaró que apenas llegue a Nueva Zelanda volverá a sus clases y a una montaña de tareas escolares.
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El futbolista de 28 años, quien combina su trabajo como maestro de educación física con su pasión por el fútbol, relató tras el partido:
“Soy de un pueblo pequeño, muy lejos de aquí… es algo así como un sueño”.
Sobre el gol, Gray explicó que fue el resultado de años de preparación:

“Es algo que practicamos en los entrenamientos… Jerson Lagos me lo puso en bandeja… luego un poco de instinto”.
Reconocido como Jugador del Partido, el empate le valió a Auckland City un millón de dólares extra, sumando 3,5 millones en premios otorgados por la FIFA. Gray valoró el resultado como “un poco de respeto de vuelta” para un equipo semi‑profesional que fue goleado previamente por Bayern Múnich y Benfica.

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En cuanto a su retorno a Nueva Zelanda, Gray bromeó sobre el regreso a su vida cotidiana:
“Tengo algunas tareas que se han acumulado… eso es lo que voy a hacer.”
Además, su meta inmediata será reintegrarse a las escuelas Mt Roskill y la Auckland Grammar School, donde retomará sus tareas docentes post vacacionales
El hito marca un momento emotivo para el fútbol oceánico: un profesor de escuela que desafía las probabilidades y enfrenta a un gigante como Boca Juniors, antes de volver al aula con la satisfacción de haber dejado huella en el escenario mundial.