El pasado domingo 13 de septiembre, los jugadores de la Selección de Fútbol de Nigeria, conocidos como los ‘Super Eagles’, vivieron una experiencia sumamente incómoda en el aeropuerto Al Abraq, en Benghazi, Libia cuando llegaron para disputar un partido de clasificación para la Copa Africana de Naciones (AFCON) 2025.
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Tras su arribo, el equipo fue recibido con un caos logístico que los dejó varados por horas sin transporte ni acceso a alojamiento, obligándolos a pasar la noche en la sala de espera del aeropuerto.
La NFF anunció que ha presentado una queja formal ante la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y que procederá a la repatriación del equipo a lo largo de este lunes.
La falta de coordinación y la evidente negligencia de las autoridades locales dejaron a los futbolistas sin comida ni descanso, lo que ha sido calificado como un “trato inhumano” por parte de varios medios.
Esta situación generó indignación no solo en los jugadores, sino también en los seguidores del equipo, quienes criticaron la desorganización que enfrentaron a su llegada a Libia.
Declaraciones del capitán de Nigeria
William Troost-Ekong extendió su postura al señalar que por más de 12 horas estuvo la Selección varada en el aeropuerto, donde se quedaron sin conexión telefónica, comida y bebida.
“Como capitán, junto con el equipo, hemos decidido que NO jugaremos este partido. Les dejamos los puntos”, resaltaron
La Federación Libia de Fútbol respondió posteriormente a las críticas, atribuyendo el incidente a “protocolos aeroportuarios” y minimizando el impacto, señalando que en el pasado su selección también había enfrentado dificultades similares en Nigeria.