Los Juegos Olímpicos de París 2024 nos han dejado múltiples momentos históricos, pero más que nada han contribuido a la idea que no existen obstáculos para cumplir tus sueños. Atletas de élite han enfrentado enfermedades, algunos aún lo hacen, para llegar a portar una presea de oro.
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Simone Biles
Uno de los casos más mediáticos, que llevó a pensar en las consecuencias mentales de la presión en los atletas olímpicos, fue Simon Biles. La gimnasta sufrió ‘twisties’, lo cual es una desorientación que llegan a sentir los gimnastas bajo mucho estrés cuando están en el aire.
La joven, después de Tokio 2020, se dio un descanso para liberar estrés y presión que sentía. En París 2024 alcanzó tres medallas de oro y una de plata.
Noah Lyles
Este domingo 04 de agosto el norteamericano consiguió una de las victorias, en los 100 metros planos, más ajustadas de la historia. No pudo superar el récord de Usain Bolt pero con el oro recalcó que las condiciones medicas que lo aquejaron sirvieron de ‘combustible’ para su éxito.
El, ahora, hombre más rápido del planeta sufrió de infante de asma, mientras que en la adolescencia se enfrentó a la depresión, déficit de atención y dislexia. Su salida y “medicina” fue el atletismo.
Katie Ledecky
La imponente nadadora, quien se mantiene vigente en cuatro eventos olímpicos, ganando en cada uno de ellos, sufre del síndrome de taquicardia ortostática postural. Este padecimiento significa que guarda sangre en los vasos sanguíneos que están debajo de su corazón y cuando cambia de posición estos se vacían soltando ciertas sustancias que le provocan mareos, desmayos y agotamiento.
Laviai Nielsen
La joven ya alcanzó el bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024 a pesar de estar acompañada de la enfermedad de esclerosis múltiple, la cual ataca a su sistema nervioso.
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Además, un reciente estudio de la revista Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports detalla que entre el 15% y 20% de los atletas olímpicos padecen asma.
El mismo estudio afirma que hasta el 80% de los atletas de deportes de resistencia se ven afectados por la broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE), también conocida como asma inducida por el ejercicio.
Asimismo, en atletas de alto rendimiento los problemas a futuro también pueden ser visibles. Uno de los padecimientos que más destaca es la osteoartitris. Esta provoca dolor, rigidez e inflamación, deteriorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Los deportes de alto impacto, como el fútbol, el baloncesto y el atletismo, son particularmente propensos a generar lesiones articulares que pueden derivar en osteoartritis (desgaste del cartílago articular).