Para el entrenador español Xabi Alonso, su Bayer Leverkusen se destaca por ser contante y tener una unidad. “Es parte de nuestra mentalidad, eso seguro. Luchar hasta el final. Puedes jugar bien o mal, pero no perder la concentración porque los detalles marcan la diferencia”, dijo en rueda de prensa.
PUBLICIDAD
El invicto Leverkusen se medirá este jueves por un hueco en la final de Europa League al Roma de Daniele De Rossi, el último equipo que logró batir al conjunto alemán en Europa, precisamente en las semifinales de la pasada edición.
“El dolor de la eliminación del año pasado no ha durado un poco y no ha desaparecido. El año pasado era una ocasión única y el desarrollo del equipo hasta aquel momento era bueno pero no pudimos pasar a la final. El hambre y la voluntad es lo que tenemos hoy. Tenemos lecciones positivas del año pasado”, añadió al respecto.
“Es una segunda oportunidad. El año pasado nos faltó poco. El fútbol es así. Todo ha cambiado este año. Será una semifinal muy importante, con una atmósfera increíble. No será decisivo el partido de mañana”, insistió.
“No hemos hablado del año pasado. Es otra temporada, nosotros tenemos jugadores diferentes y ellos tienen un nuevo entrenador... El Roma ha cambiado muchísimo también. Es un partido enorme, pero no tiene nada que ver con el del año pasado”, avisó.
Sobre su entrenador
“De Rossi era un jugador muy intenso. Me acuerdo de muchos de nuestros enfrentamientos. Lo veo muy similar a mí en todo su camino. El impacto que está teniendo en estas semanas en el Roma me invita a pensar que tendrá un gran futuro en los banquillos”, aseguró.
La estadística a la que se agarra De Rossi para poder sobrevivir ante el Leverkusen es que los alemanes solo han dejado su portería a cero en uno de los diez últimos partidos disputados fuera de casa en competición UEFA una vez superada la fase de grupos.
Roma y Bayer Leverkusen se medirán este jueves en el Estadio Olímpico de la capital italiana para resolver la ida de semifinales de la Liga Europa. Un duelo entre dos entrenadores que en su día fueron centrocampistas y que persiguen el sueño de una final europea desde el banquillo.