Aunque con mucha entrega y ganas, El Nacional y la Universidad Católica no estuvieron a la altura y terminaron eliminándose de la Copa Libertadores ante el DIM y el Millonarios respectivamente. Los empates en la ida y los errores puntuales en la vuelta influyeron para que los conjuntos colombianos clasifiquen dejando fuera a los de Ecuador.
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A El Nacional le pasó factura la inexperiencia
Al equipo de Ever Hugo Almeida no se le puede reprochar la falta de entrega. El Nacional es un equipo joven que deja el corazón en la cancha y así lo ha demostrado en los últimos partidos. Sin embargo, en la Copa Libertadores no le alcanzó para pasarle por encima al Independiente de Medellín.
En la ida hubo algunos detalles que pudieron ayudar al partido de vuelta. El error en el cobro del penal errado de Jerry Parrales y el gol al final del partido de Daniel Londoño, que cogió dormidos a los defensas, para el empate a favor del DIM dictaminaron un resultado 2-2 que afectó a la larga a los “Puros Criollos”.
En la vuelta en cambio, mucha entrega pero poca definición. El primer tiempo se pudo marcar un gol al menos pero no hubo quien dirija al ataque militar que estuvo marcada por la inexperiencia y la ansiedad de buscar el gol a como del lugar. En la etapa de complemento, con cabeza caliente, Santiago Micolta dejó a su equipo con uno menos sentenciando su eliminación donde hubo ganas pero faltó cabeza fría. Al final, se dejó el alma en la cancha pero El Nacional se despidió con la idea que se pudo hacer más.
La Universidad Católica empezó mal el 2023
El conjunto del “Trencito Azul” inició mal el 2023 y todo apunta a que faltó partidos para llegar bien a la Copa Libertadores. El equipo de Igor Oca acumula un empate y dos derrotas desde que inició competiciones oficiales y, pese a que cuenta con una amplia plantilla, no pudo superar la prueba ante el ‘Millo’.
En la idea un frío 0-0 daba indicios de los problemas ofensivos que tiene el conjunto de la Universidad Católica pese a contar con delanteros como Ismael Díaz, Cristian Colmán y Christian Martínez Borja. Esa igualdad condicionó al cuadro ecuatoriano que se veía en la obligación de ir a ganar en Colombia.
En territorio cafetero se jugaron un partidazo, terminaron arrinconando y haciéndole pedir tiempo al rival en los minutos finales. Sin embargo, la expulsión innecesaria y absurda de Franklin Guerra a los 44 minutos le afectó y mucho. La sensación final era que se podía hacer más, pero cuando se entendió eso, se dieron cuenta que ya era tarde. En el segundo gol de Millonarios, Tomás Oneto otra vez erró en el rechazo.