El Atlético de Madrid del profesor Diego Pablo Simeone eliminó al Manchester United de Cristiano Ronaldo de la Champions League y clasificó así a los cuartos de final de la copa europea.
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Renan Lodi fue quien puso el único gol de este partido de vuelta que se jugó en un Old Trafford repleto de hinchas ingleses que siempre tuvieron esperanzas de seguir. Al final terminaron la tarde con mucha frustración e incluso lanzando de todo al DT visitante Simeone quien tuvo que correr para ponerse a buen recaudo en el camerino español.
El global quedó 2-1 a favor del Atlético de Madrid, ya que en el duelo de ida en la capital española la semana pasada el marcador había quedado igualado 1-1. Los goles en ese duelo fueron de Joao Félix para el ‘Atléti’ y de Anthony Elanga para el Manchester.
La afición del fútbol mundial no podrá ver en acción ni a Messi ni a Cristiano en los cuartos de final de la Champions League. Muchos se preguntan si el próximo año, Ronaldo con 38 años y Messi con 35 podrán pelear más arriba en la Champions como era costumbre en un pasado no muy lejano.
La tristeza del mayor goleador que haya visto el mundo del fútbol con 807 tantos.
Cristiano Ronaldo comenzó en trance. Extasiado por reivindicarse ante una de sus víctimas favoritas. Saltó convencido de que podría hacerlo.
Se creció, dio toques ante los rojiblancos. Y se fue sin siquiera disparar a portería. Así fue el triste partido del portugués, de los mejores de su equipo, pero en tareas que no le tocan.
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Comenzó muy participativo. Como si sus 37 años no se notaran en sus piernas. Como si esa cifra no fuera más que una cifra. Confiaba en que la gasolina durase.
Presionó la salida de balón atlética, cayó a banda para reforzar el ataque de la pareja Telles-Sancho y metió miedo a una defensa acostumbrada a verle siempre celebrar goles en su cara.
Se permitió el lujo de tirar cinco toques mientras recorría la banda, varias bicicletas en tres cuartos. Se sabía dueño y señor de estos partidos. No en vano es el futbolista en activo con más Champions.
Cinco, cuatro con el Real Madrid y una vestido con la camiseta de los ‘Diablos Rojos’ hace ya catorce años.
Y si Cristiano decidió venir el pasado verano a Mánchester, volver a la que fue su casa, fue para conseguir una sexta ‘Orejona’ con la que igualar el legendario registro de Paco Gento.
Quizás se equivocó de barrio de Mánchester, porque lo que es en la parte roja de la ciudad, está demasiado solo.
La participación del portugués no contó. Si él caía a la banda a ayudar, no podía estar en el área para rematar. Y si su más poderosa arma, el United es insípido, inactivo, manso.
Un equipo que juega para Cristiano, con Cristiano a 20 metros de la portería. Misión imposible para los de Ralf Rangnick, misión imposible para Cristiano, que pasó de la soberbia de los toques a quedar eliminado, una temporada más, antes de tiempo.
El portugués se marchó el primero del césped de Old Trafford, despedido por los ‘Siuu’ irónicos de la afición atlética. Hundido porque volvió a caer.
Desde que se fuera del Real Madrid, el luso no ha vuelto a unas semifinales de ‘Champions League’.
Y la próxima vez que quiera hacerlo tendrá ya 38 años. El sueño de alcanzar a Gento se aleja. Casi tanto como se alejó Cristiano esta noche del área. Casi tanto como se aleja cada día el Manchester United del equipo que un día llegó a ser.