El mundo del fútbol está conmocionado por la violencia que se generó durante el partido que ayer protagonizaron el Querétaro y Atlas, el Estadio Corregidora, por la novena jornada del torneo Clausura-2022 del fútbol mexicano. Protección Civil de México confirmó que no existen personas fallecidas, pero sí 22 heridos, dos de ellos en gravedad. El partido fue suspendido por la batalla campal que empezó en las gradas y se extendió hasta la cancha.
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José ‘Tin’ Angulo saltó de titular con los Gallos, mientras que Fidel Martínez y Jefferson Montero esperaron su oportunidad de actuar en la banca. Aníbal Chalá también se encontraba entre suplentes de los Zorros.
Se jugaba el minuto 63 del partido cuando en las tribunas comenzó un enfrentamiento a golpes entre seguidores de ambos clubes.
Según la versión de un hincha del Atlas que brindó su testimonio al medio local “Mediotiempo”, el hecho se produjo ante la ausencia casi total del personal del seguridad, “algo incomprensible teniendo en cuenta la gran rivalidad entre ambas parcialidades, que se multiplicó cuando en 2007 Gallos descendió a segunda división tras caer con Atlas”, dijo.
“Empezaron a golpear a familias, a niños y mujeres de forma indiscriminada y eso fue el punto de no retorno. Pongo como principal responsable a la Secretaría de Seguridad del estado de Querétaro por haber subestimado el riesgo, por únicamente haber colocado policías estatales afuera y adentro únicamente seguridad privada que no estaba capacitada. Solo dos señoras de entre 40 y 50 años estaban para cuando cuidarnos y cuando vieron que la pelea estaba escalando, una se puso a llorar”, dijo el hincha visitante.
Según las cámaras de seguridad del estadio, a los diez minutos del segundo tiempo un grupo de barras de Querétaro arremetió contra hinchas comunes de Atlas, que fueron a presenciar el partido en familia y estaban en una tribuna intermedia. Al ver ese ataque, la barra de Atlas abandonó su lugar, alejado de los de Gallos y fueron a defender a los suyos.
Las imágenes de la batalla campal que duró más de 20 minutos hablan por sí solas. Las autoridades por lo pronto anunciaron medidas ejemplares y la Liga de México avisó la suspensión de la competición hasta nuevo aviso.
A un costado del campo el módulo del VAR fue vandalizado, el monitor quedó destruido. Imágenes difundidas en redes sociales mostraban a personas en el suelo tras la trifulca.