El desplome del país del Medio Oriente, en manos del régimen Talibán, ha caído como un balde de agua fría para las atletas afganas.
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Este nuevo golpe ha privado la posibilidad de que las mujeres puedan practicar cualquier deporte.
Atletas afganas temen por su vida, por el ingreso del régimen Talibán
Incluso, el miedo se percibe desde hace algunos días, ya que las atletas temen por su vida.
Según lo estipulado por la ley islámica, la cual es aplicada al pie de la letra por los talibanes, las mujeres tienen prohibido practicar deporte, así como pertenecer a cualquier club o centro deportivo, una situación inhumana en pleno siglo XXI.
Durante más de 20 años, las atletas afganas habían sido motivo de orgullo para el estado, ya que pelearon por sus derechos como nadie.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se enfrentan a este yugo, pues entre 1996 y 2001 fueron sometidas por el gobierno Talibán, que veto cualquier actividad física.
Además, existían otro tipo de restricciones para ellas, como reírse en voz alta o aparecer en público sin ningún acompañante masculino.
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Esto trajo repercusiones a nivel mundial para el deporte afgano. De hecho, el Comité Olímpico Internacional los excluyó de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, principalmente por dejar fuera a las mujeres de la justa veraniega.
Cuando Estados Unidos invadió el territorio del Medio Oriente, la situación se modificó para ellas.
La primera atleta que cambió el rumbo de la historia fue Lina Azimi, en 2003, ya que representó a su país en el Mundial de Atletismo, celebrado en París.
Incursionó en la modalidad de 100 metros, y aunque quedó lejos de los primeros puestos, Lina dio una lección a todo el orbe, demostrando que las chicas afganas también podían competir a nivel mundial.
De hecho, Azimi sólo entrenó unos meses para poder estar en la competencia. Aquel momento fue inolvidable, ya que se postró sobre la pista con pantalones largos, una imagen poco habitual.
“Comencé hace tres meses a practicar atletismo y solamente he hecho dos sesiones preparatorias con tacos de salida antes de venir a París. Sólo puedo entrenar una vez a la semana”.
Temen por su vida
Varias deportistas han externado su frustración en las últimas horas. Y es que, estar en Afganistán representa un peligro para su vida, ya que podrían ser ejecutadas por el simple hecho de ser atletas.
Shabnam Mobarez, última capitana de la selección afgana femenil, alzó la voz y pidió ayuda, ya que muchas niñas perderán la oportunidad de jugar fútbol, una disciplina que representó una esperanza de vida.
“Hemos levantado el fútbol femenino durante 20 años y ahora todo se puede venir abajo con el nuevo régimen. Aunque hagan público que incluirán a la mujer en su nueva sociedad, es falso. Lo que quieren es que la comunidad internacional les tenga fe, pero cuando pase este primer momento de tranquilidad y confianza del mundo, empezarán a imponer su ley”.
Mobarez actualmente reside en Nueva York, ya que en 2000 tuvo que salir de Afganistán para pedir exilio a Estados Unidos, cuando apenas era una niña.
Sin embargo, los cambios le dieron la oportunidad de representar a su nación y convertirse en la capitana de su selección, un equipo que comenzó a competir a nivel internacional en 2010.
“Lo más bonito que daba el fútbol a las mujeres era que las niñas podían tener un modelo a seguir. Se podían fijar en roles femeninos importantes y crearlos como modelos de vida. Eso ahora se va a acabar con el nuevo régimen talibán.