A dos años de haber abierto sus puertas, el Metro de Quito se ha integrado de forma definitiva a la rutina diaria de la ciudad. No se trata solo de un sistema de transporte, sino de una infraestructura que ha cambiado la manera en que las personas se movilizan, se organizan y viven su día a día, devolviéndoles tiempo, seguridad y calidad de vida.
Entre diciembre de 2023 y noviembre de 2025, el Metro ha registrado 116 millones de viajes, con un promedio de 170.000 pasajeros diarios. El uso cotidiano refleja su relevancia: el 61% de los usuarios lo utiliza para trasladarse al trabajo, mientras que el 53% viaja en Metro todos los días, consolidándolo como un eje fundamental de la movilidad urbana.
La percepción de seguridad es uno de los logros más destacados. De acuerdo con la calificación de los usuarios, el servicio alcanza una valoración general de 9.2 sobre 10, y 9 de cada 10 mujeres afirman sentirse seguras al utilizar el sistema. Estos resultados responden a un enfoque integral que prioriza la prevención del acoso, la accesibilidad y una experiencia de viaje respetuosa, promovida a través de la Cultura Metro.
La inclusión es otro pilar clave
Durante este período, 13 millones de personas —niños y adultos mayores— se han beneficiado de la tarifa reducida, mientras que 3.5 millones de personas con discapacidad han accedido a la tarifa preferencial.
Además, se han registrado 38.000 asistencias a personas con discapacidad, reafirmando el compromiso del Metro con una movilidad accesible para todos.
El impacto del Metro de Quito también se refleja en el entorno urbano y ambiental. Al ser un sistema de transporte 100% eléctrico, ha contribuido a la reducción de 129.000 toneladas de emisiones de CO₂, lo que equivale a preservar 5.9 millones de árboles y a retirar aproximadamente 20.000 vehículos de circulación en la ciudad.
Este aporte representa un avance significativo hacia una capital más limpia y sostenible. A lo largo de sus 15 estaciones, el Metro ha dinamizado la actividad económica de su entorno, con negocios que han reportado crecimientos de entre 30% y 40%, convirtiendo cada parada en un punto de movimiento comercial y social.
Además, Quito se posiciona como la primera ciudad del mundo en permitir el cobro del pasaje del Metro mediante la cédula de identidad, facilitando el acceso al sistema.
Hoy, el verdadero éxito del Metro de Quito se mide en la vida de las personas. En cada viaje, el sistema continúa transformando hábitos, conectando oportunidades y construyendo una ciudad que se mueve mejor, con dignidad y corresponsabilidad.