La educación técnica ofrece a los jóvenes una poderosa alternativa educativa ya que pueden adquirir conocimientos prácticos en corto tiempo y vincularse al sector productivo con mayor facilidad, contribuyendo así al desarrollo de una fuerza laboral de calidad a nivel nacional.
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En un informe del Banco Mundial se demuestra que los resultados académicos y laborales de los programas de ciclo corto contribuyen a generar empleo y desarrollar capital humano calificado de acuerdo con la demanda laboral, en corto tiempo y con un costo menor por estudiante.
Un ejemplo de ello es el Tecnológico Universitario de Formación (UF). El índice de inserción laboral de tecnólogos graduados en UF es notablemente alto, con un 74% de egresados que logran encontrar empleo en sus respectivos campos poco después de completar sus estudios.
Este impresionante porcentaje no es casualidad, sino el resultado de un enfoque educativo que prioriza la formación práctica, la relevancia en el mercado y la adaptación a las necesidades actuales de la industria.
En UF los tecnólogos están capacitados para manejar herramientas y tecnologías específicas desde el primer día, lo que les permite ser altamente productivos desde el inicio de su carrera. Además, están a la vanguardia de la innovación. Al estar formados en las últimas tecnologías y prácticas del sector, son capaces de introducir mejoras y eficiencias en sus lugares de trabajo. Esta capacidad para innovar y adaptarse rápidamente a nuevas tecnologías es un activo invaluable para cualquier empresa.
El mercado requiere de tecnólogos
En Ecuador, la formación técnico profesional es una modalidad educativa de nivel secundario y superior. De acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), las personas tienen la opción de cursar un bachillerato técnico. La LOEI establece que este debe ofrecer “una formación complementaria en áreas técnicas, artesanales, deportivas o artísticas que permitan a las y los estudiantes ingresar al mercado laboral e iniciar actividades de emprendimiento social o económico”.
Estos institutos de formación técnica y tecnológica superior tienen como misión la formación de Técnicos Superiores y Medios con habilidades, competencias y capacidades de alto nivel para desempeñarse en una especialidad de apoyo al nivel profesional, o bien desempeñarse por cuenta propia.
Las especialidades están adecuadas a las demandas sociales, a los avances científicos y tecnológicos y a los requerimientos productivos. Para lograrlo, se utilizan tecnologías de la información, de la comunicación y del trabajo.