En un mundo lleno de distracciones y responsabilidades, a veces olvidamos lo fundamental: el tiempo de calidad que debemos ofrecer a nuestros seres queridos. A través de un experimento social denominado “Salvemos el juego”, se revelan las dinámicas actuales de las familias y la necesidad urgente de reconexión.
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El experimento social
En el experimento “Salvemos el juego”, realizado por Oreo, se les ofreció a un grupo de niños la opción de elegir entre llevarse un juguete o pasar más tiempo con sus padres. Mientras tanto, sus padres observaban las respuestas desde otra sala.
Algunos niños eligieron el tiempo entre padres e hijos, mientras que otros optaron por el juguete, indicando que rara vez sus padres estaban con ellos.
Resultados que revelan una realidad actual
Según el estudio realizado en Colombia, Chile y Costa Rica en 2024, a 570 padres de familia millenials, muchos padres participantes indicaron que solo 1 o 2 horas junto a sus hijos pueden ser consideradas realmente como tiempo de calidad.
Una de las principales razones de esta desconexión es el uso excesivo del celular. El 41% de los padres admitieron utilizar el celular mientras están con sus hijos. De su lado, los niños pasan entre 3 a 6 horas diarias en sus dispositivos móviles, alejándolos de las actividades familiares.
Mira el video completo aquí:
La importancia del tiempo de calidad en familia
El 74% de los padres afirmó sentir la necesidad de compensar a sus hijos por el tiempo que no comparten juntos**, pero, ¿cómo hacerlo? La clave está en dedicar tiempo de calidad en familia, lo cual no solo conlleva el fortalecimiento de los lazos familiares, sino que ayuda a mejorar la comunicación, reforzar valores, promover el desarrollo emocional y el aprendizaje mutuo.
En este sentido, el juego es el mecanismo más divertido, fácil y lúdico para lograrlo.
Únete a la iniciativa
“Salvemos el juego” es un llamado a todos los padres para que puedan reconectar con sus hijos y juntos valorar el tiempo de calidad en familia.
**Estudio realizado en 2024, en Colombia, Chile y Costa Rica a 570 padres de familia millenials.