La educación en negocios es una combinación entre una base académica sólida, pensamiento estratégico y herramientas prácticas que los estudiantes puedan aplicar en sus trabajos o en sus emprendimientos, de forma relativamente rápida para responder al mundo cambiante de hoy en día.
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Esta es la propuesta que la Escuela de Negocios UDLA ofrece a sus estudiantes, que además contempla tres elementos clave, según explica Santiago Mosquera, decano de la Escuela de Negocios UDLA.
En primer lugar, el desarrollo de habilidades duraderas, que en UDLA están diseñadas para que el profesional en formación genere un impacto positivo o mayor valor en sus organizaciones o emprendimientos.
“Por lo general cuando se habla de negocios se piensa muchas veces en la parte teórica, el conocimiento en estructura, de cómo estructurar una empresa, en fin... Cuando hablamos de habilidades duraderas o habilidades humanas se trata de todas aquellas habilidades que le permiten a la persona tener un rol activo dentro de sus organizaciones y saber cómo interactuar con diferentes stakeholders o grupos de interés que pueden ser sus colegas dentro de la misma organización, proveedores o clientes”, comparte Mosquera.
Habilidades duraderas o humanas
Entre ellas, explica el docente, podríamos pensar en esas habilidades como mantener conversaciones difíciles, saber cómo negociar de manera efectiva donde todos los grupos de interés o las personas que están en medio de una negociación efectivamente ganen.
“Las habilidades humanas permiten que los alumnos desarrollen el pensamiento crítico a lo largo de sus estudios y que lo pueden implementar posteriormente, que tengan esa capacidad de escuchar que es fundamental, en vez de lanzar ideas solamente, es importante escuchar cuál es la posición de las otras personas y en función de eso saber cómo responder”, señala.
Mosquera agrega que las habilidades de liderazgo permiten a las personas identificar cuál es el rol de cada uno dentro de la organización, y saber definir cuál es el objetivo hacia el cual se quiere llevar la organización y saber que ese proceso va a generar una serie de roles a otras personas involucradas, “pero que eso tiene que ser soportable para que se consiga lo que se denomina el bien común”, asegura.
“Entonces todas esas habilidades tratamos de inculcar y no es una materia, sino que lo hacemos de manera transversal a lo largo de los estudios de maestrías”, señala.
En este momento la Escuela de Negocios UDLA tiene seis programas de maestría: una maestría en Gestión de proyectos, dos maestrías en Marketing, una con estrategia de marca, y otra con estrategia digital, una mención en cada una de ellas.
“Tenemos una MBA en el más clásico estilo Mastering Business Administration. Tenemos una maestría en Negocios, concebida para personas con mediana experiencia laboral. Y finalmente tenemos una maestría en Finanzas. Pero es importante aclarar que la Escuela de Negocios va más allá de los estudios de maestría. Hemos desarrollado, por ejemplo, maestrías in house para empresas. Es decir, donde todos los participantes de la maestría vienen de una sola empresa y hemos hecho programas a la medida de esas empresas a nivel de maestría. Pero también ofrecemos educación ejecutiva”, comparte.
Los programas de Educación Ejecutiva son abiertos para los mandos más elevados de las organizaciones como la Escuela de Formación de Directores, que de hecho ha culminado ya siete ediciones, y está por lanzar la octava.
“Hemos capacitado más de 200 mujeres para que puedan tomar un rol activo y efectivo en los directorios de las empresas, que ahora tanta falta hace, especialmente por cambios legales que requieren mayor presencia de las mujeres en los directorios”, señala.
Método de estudio
La Escuela de Negocios UDLA cuenta con una serie de políticas dentro de la escuela para fomentar un vínculo estrecho de los estudiantes con el mundo corporativo, además, la Escuela cuenta con una serie de iniciativas que traen personalidades, líderes de opinión, líderes empresariales, emprendedores, a sesiones en las cuales interactúan con los estudiantes.
Con ese tipo de actividades los estudiantes puedan establecer vínculos con estos invitados. Nosotros creemos muchísimo que la gente no viene a estudiar en una universidad de manera presencial solamente por lo académico y por conocer gente de forma directa, sino por el network que pueden desarrollar a lo largo de su vida.
“Los estudiantes piensan que las personas con las cuales interactúan en clase, los profesores, los invitados, pueden ser sus próximos colegas, business partners, socios, clientes, proveedores. Esto no ocurre en la educación en línea, ocurre en la educación presencial, cuando ese contacto humano se fortalece y se crean relaciones. No ofrecemos solamente educación, sino la posibilidad de mejorar el perfil, mejorar sus niveles de empleabilidad, sus niveles de sus habilidades para emprender sus propios negocios. ¿Todo eso ocurre mucho más en la educación presencial versus la educación en línea? Claro que sí, sobre todo en la parte de negocios, donde siempre el relacionamiento es importante para la toma de decisiones”, explica.
Mosquera señala que la educación en negocios no se debe limitar bajo ningún punto de vista a ver vídeos y leer artículos, esto va mucho más allá. “Se requiere adquirir pensamiento estratégico, adquirir ciertas herramientas y esas habilidades para desarrollar redes de apoyo, redes de negocios, y eso ocurre básicamente en la educación presencial. Nosotros estamos convencidos que en la Escuela de Negocios somos motores generadores de cambio y que nuestros estudiantes se vuelven motores generadores de cambio en la sociedad”, asegura.
Finalmente, destaca que la Escuela de Negocios UDLA entrega herramientas que permiten que los estudiantes y profesionales crezcan dentro de las organizaciones y emprendan negocios propios. “Ya no solamente educamos a gente que se está desarrollando en el mundo corporativo, sino que están emprendiendo y que están generando sus propias iniciativas de negocio”, resalta el ejecutivo.