Hoy en día la ruleta se volvió una pieza clave de cualquier casino. Estos objetos, generalmente grandes y brillantes, tienen asociado un ambiente lleno de luces y glamour. En esta oportunidad, vamos a hablar un poco más de ella, repasando su historia, funcionamiento e importancia.
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La historia de la ruleta
Aunque podría parecer que este juego es bastante moderno, la realidad es que podemos rastrear sus orígenes hacia el siglo 17, hace alrededor de 400 años. Aunque no hay una respuesta completamente segura, se piensa que el juego se originó a partir de una fusión del Biribi y el Roly Poly, dos juegos similares italianos y británicos, respectivamente.
Esta unión tuvo lugar en Francia, de allí viene el hecho de que en muchos idiomas la palabra tenga un origen francés. Aunque en español el origen no es tan claro, en el caso del inglés, donde se le llama “roulette”, esto puede verse bien.
Se piensa que el inventor de la máquina que luego sería utilizada para el juego de ruleta que conocemos y jugamos hoy en día fue el famoso matemático, físico y filósofo Blaise Pascal. Durante su vida, este hombre realizó una multitud de inventos con el objetivo de su trabajo científico, entre ellos, una rueda que luego se transformaría en la ruleta.
Luego de ser inventado, el juego ganó muchísima popularidad y logró expandirse por toda Francia. Tan solo unas décadas más adelante este lograría alcanzar una gran parte de Europa e incluso los Estados Unidos.
¿Cómo funciona la ruleta?
Quienes no sepan cómo se juega a la ruleta les espera una explicación muy rápida. La realidad es que es un juego muy sencillo. Esta consiste en una, valga la redundancia, ruleta, con números marcados y divididos en dos colores, generalmente rojo y negro. Esta se pone a girar mientras al mismo tiempo se libera una pelota en su interior.
Hay dos tipos de ruleta, la Americana y la europea. En el caso de la americana, esta tiene 38 números, del 1 al 36, además de un 0 y un 00. De estos números, la mitad son rojos y la otra mitad negros, mientras que los ceros son verdes. La europea es idéntica, salvo que no existe el doble 0.
Por su parte, los jugadores eligen el lugar donde creen que va a ir a parar la pelota en cuestión. La elección varía mucho, pudiendo ser por color, por número par o impar, un número en específico o una combinación de números.
Aunque pueda ser obvio decirlo, mientras más específica sea la elección, más difícil va a ser que efectivamente se dé el resultado. Para poner un ejemplo, en la Americana un jugador tiene un 47% de posibilidades de ganar el juego si apuesta a un rojo o negro.
Los tipos de victoria en la ruleta
Más allá de las que ya mencionamos, hay otras formas de ganar en la ruleta. Antes de jugar se elige un tipo específico, por lo que no se aplican todos a la vez.
Uno de ellos consiste en dos números pegados en la ruleta, como el 5 y el 8 o el 8 y el 11. Por otro lado, uno puede elegir tres números consecutivos, siguiendo el ejemplo, 5, 8 y 100.
También existe la victoria de las esquinas, la cual se obtiene al elegir cuatro números que forman un cuadrado. Esto es difícil de imaginar si no se tiene la imagen a la mano, pero un ejemplo de esto sería 8, 9, 11 y 12.
Salvo la primera, todas las que acabamos de mencionar son las llamadas apuestas de rango, las apuestas de rango son apuestas a un grupo de números. Las apuestas de rango tienen probabilidades más bajas de ganar que las apuestas directas.
Las que mencionamos antes son las apuestas directas (la de uno o dos números), las de color (por un color u otro) o de números pares o impares.
Con esto último damos por finalizado nuestro artículo. Creemos que si este juego logró mantenerse vigente en los casinos por más de 300 años, esto significa que todavía tiene muchos más por delante. Ya sea que esta sea su primera aproximación a la ruleta o si estaban buscando aprender más de ella, les agradecemos su lectura.