Llevan seis años en el mercado y se han logrado posicionar gracias a su inconfundible sazón. Yadira Jarrín es la propietaria de este negocio que nació en un pequeño local ubicado en la Av. La Prensa y que con el paso del tiempo y la falta de espacio fue trasladado a la Av. Luis Tufiño y Lumiano, al norte de la capital, donde funciona ahora la casa matriz.
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“Iniciamos mi madre, mi abuelita y yo, y luego mi papá y mi esposo fueron incorporándose; es un negocio familiar. Siempre quisimos emprender en este negocio viendo a la molleja como un producto popular. <b>Nuestra meta es que el cliente sienta la calidad del producto que vendemos</b> y sepa que el manejo, limpieza y cocción es bien llevado”.
— Yadira Jarrín, propietaria de La Casa de la Molleja
Todos estos años han hecho que la innovación forme parte de ellos y por eso han logrado implementar platos que son únicos como las ‘molle-sabores’, ‘snack de mollejas’ y los ‘madurazos’ que son una incursión en los maduros asados.
En un futuro buscan la expansión del negocio añadiendo más locales como el que abrieron este año en el sector de Carcelén, en la Av. Francisco Ruiz y Francisco Sánchez. Además, quieren incursionar con empacados al vacío de su producto para distribuirlos en supermercados a nivel nacional.
“Las mujeres podemos, somos emprendedoras y luchamos por nuestros sueños. Las adversidades no son nada cuando uno ama su proyecto y está rodeado de las personas indicadas para cumplir sus metas”.
Atienden de lunes a sábado de 16:00 a 21:00 y en plataformas digitales las puedes encontrar como La Casa de las Mollejas.