El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica natural del organismo ante situaciones que percibe como desafiantes o amenazantes. Es por eso que los síntomas pueden variar y afectar tanto a nivel físico como emocional.
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Uno de los más afectados suele ser el sistema digestivo en general, sobretodo, uno de sus principales órganos: el estómago.
¿Cómo el estrés afecta la salud estomacal?
El estrés es capaz de modificar la forma en que el sistema digestivo procesa los alimentos, absorbe los nutrientes y, por ende, genera cambios en la microbiota intestinal.
Si alguna vez sentiste malestar estomacal, sin razón aparente, toma dato de estos síntomas que pudiste haber sentido alguna vez:
1. Acidez estomacal y reflujo ácido
El estrés puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo cual provoca acidez estomacal y reflujo. Esto puede ocasionar una sensación de ardor o malestar en el pecho y la garganta.
2. Dolor abdominal
El estrés crónico, aquel que se expresa durante un período prolongado de tiempo, puede provocar tensión muscular en el abdomen, que puede llegar a presentarse como dolor abdominal o cólicos.
3. Cambios en la microbiota intestinal
Los cambios en la alimentación y otros factores detallados, pueden generar cambios en la microbiota intestinal, que se conoce como disbiosis. Esta condición afecta negativamente varios procesos, como: la digestión, la absorción de nutrientes, debilitar las defensas naturales del cuerpo y aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades autoinmunes.
4. Cambios en la alimentación
Bajo la presión del estrés, algunas personas pueden experimentar cambios en sus hábitos alimentarios, como comer en exceso o, en otros casos, perder el apetito. Esto puede afectar la salud digestiva en general.
5. Síndrome del Intestino Irritable
El estrés puede agravar los síntomas de esta condición, que son dolor, diarrea, estreñimiento y distensión abdominal.
6. Disminución de la velocidad de digestión
Bajo situaciones de estrés, el flujo sanguíneo se desvía hacia los órganos necesarios para responder ante esta situación, como el corazón y los músculos. Esta digestión más lenta puede provocar problemas de hinchazón o estreñimiento.
Para algunos de estos casos, si los síntomas se presentan de forma ocasional, puedes considerar el uso de antiácidos u otros productos de venta libre. Pero, si la condición es crónica, debes consultar al médico para un diagnóstico adecuado.
Sin embargo, la mejor receta es la prevención, por lo que se recomienda aprender a manejar el estrés para evitar afectar la salud estomacal. Prueba reducir tus niveles de estrés con ejercicio regular, la práctica de técnicas de relajación, mantener una dieta equilibrada y saludable, establecer límites y prioridades, buscar apoyo social y, en algunos casos, buscar la ayuda de profesionales de la salud mental.