El comercio ilícito de cigarrillos es una realidad preocupante en Ecuador. Diversos estudios indican que su incidencia supera el 50% e incluso podría alcanzar el 79% del mercado. Las marcas ilícitas más consumidas en el país son Carnival y Silver Elephant provenientes de Asia, las cuales tienen precios promedio de $2.28 y $1.90 respectivamente, y evaden las regulaciones y normativas de salud requeridas por el Gobierno ecuatoriano para la comercialización de cigarrillos.
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El consumo de estas marcas cuyo contenido es desconocido, no solo en podría generar un mayor peligro la salud de quienes las consumen; además, no existen garantías en sus procesos de traslado de un continente a otro ni inter fronterizo.
En los registros de ARCSA (Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria), según se pudo conocer, las marcas mencionadas no cumplen con lo detallado en la Normativa Técnica Sanitaria, que, de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica para la Regulación y Control del Tabaco, indica en su artículo 36: “El incumplimiento de las disposiciones sobre etiquetado. - Los productores y comercializadores que incumplan con lo dispuesto en el Capítulo II del Título II de esta Ley serán sancionados con multa de cincuenta (50) a cien (100) remuneraciones básicas unificadas del trabajador privado en general”.
Desde varios sectores se han encendido las alertas. Los comerciantes del país y propietarios de tiendas de barrio ven menoscabada su actividad al contar con una competencia desleal que evade los impuestos y pone en riesgo las actividades de los miles de tenderos del país. Por ejemplo, una cajetilla legal de cigarrillos pude costar alrededor de USD 6, mientras que las marcas Silver Elephant y Carnival – ilícitas – alrededor de USD 1.90 y USD 2.28.
La comercialización de productos ilegales pone en riesgo la seguridad de los comerciantes y sus negocios, y puede tener un impacto negativo en su reputación y sanciones. El comercio ilícito afecta a sus familias, pues se registra una caída en ventas de productos legales, y por ende menos recursos para sostener el bienestar de todos. Y lo más grave es que es una competencia desleal, que requiere grandes esfuerzos por parte de las autoridades.
También tiene un impacto negativo en la economía del país, siendo así que la venta ilegal de cigarrillos no contribuye a la economía formal, ya que no se pagan impuestos ni se generan empleos formales. Además, el comercio ilícito de tabaco fomenta la actividad delictiva, lo que puede afectar la seguridad de nuestra sociedad.
De su parte, las autoridades han doblado esfuerzos en el marco de la lucha y control del contrabando se han incrementado en puertos, fronteras y territorios nacionales. Esto se evidencia en una mayor incautación de mercancía ilegal.
Existen grandes esfuerzos por controlar el negocio ilegal, es clave que haya una mayor articulación a través de ARCSA para evitar, en primera instancia, el ingreso de la mercadería al país y por su parte, una mayor educación para que los propietarios de negocios puedan identificar el producto legal vs. el ilegal.