Cuando hablamos de ahorro, se suele imaginar como una acción a realizarse en el futuro, para propósitos a largo plazo, por ejemplo, educación, viajes, compra de un auto o una casa.
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Sin embargo, al no definir el presente como el momento de iniciar el ahorro, nos alejamos de nuestras metas que se pueden ir forjando desde hoy. Incluso, meses como noviembre y diciembre son pensados como los más difíciles para ahorrar por varios gastos que suelen hacerse por las festividades de fin de año, pese a que en ocasiones suelen ser los de mayores ingresos.
¿Cómo equilibrar la balanza entre ahorro y gasto?
Partamos de la importancia sobre lo que significa contar un capital, sea pequeño o grande, que nos sirva para algún proyecto a futuro o alguna emergencia. Tomando en cuenta esta premisa, destinar al menos un 10% de nuestros ingresos para el ahorro sería lo ideal.
Para lograrlo es importante darle a este rubro la importancia necesaria dentro de nuestro presupuesto mensual. Es decir, que así como destinamos montos a pago de colegiaturas, deudas, estudios, entre otros, el ahorro debería ser un rubro impostergable.
Además, se podría tomar en cuenta que los meses de fin de año son considerados de mayor movimiento comercial, sumado a pago de décimos, ese dinero extra podría ser destinado a una cuenta de ahorros que te permita ir sumando un nuevo capital. Así iniciarás un año nuevo con una base importante para tus finanzas.
Un incentivo para ahorrar
¿Y si te premiaran por ahorrar? También sería un buen motivo para empezar a convertir el tema del ahorro en un buen hábito para tu “salud financiera”.
Por ejemplo, con Banco del Austro y su campaña Pilotos del Ahorro, con solo aperturar una cuenta de ahorro puedes ganar autos, motos eléctricas, cines en casa, entre otros premios.
Toma en cuenta que, para lograr tus objetivos, la planificación de tus finanzas es importante para definir prioridades. Así, equilibrar y definir los gastos que debes hacer de aquellos que podrías prescindir.