La limpieza y cuidado íntimo es importante en cuanto a prevención de infección y enfermedades. En el caso de las mujeres, los cambios fisiológicos que experimenta a lo largo de su vida están acompañados con variaciones en la flora del ecosistema vaginal.
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Lograr ese equilibrio en su zona íntima disminuye la incidencia de patologías y asegura el bienestar de la mujer. Cabe destacar que el cuidado íntimo se lo puede realizar de forma independiente al resto del cuerpo, lo importante es hacerlo con agua tibia y jabón neutro, que permite conservar la capa ácida protectora natural de la piel, manteniendo la hidratación en la zona íntima que está expuesta permanentemente al roce y la fricción de la ropa.
Lo importante es no excederse en la frecuencia en la que debe hacerse, ya que una excesiva higiene íntima causa el efecto contrario: eliminar la flora vaginal que la protege de infecciones. Por lo general, la ducha diaria sería suficiente, pero se puede aumentar el número de veces en los días de menstruación, o en ocasiones concretas, como después de hacer ejercicio, tras mantener relaciones sexuales, etc.
¿Qué otros cuidados debemos tener?
En cuanto a cuidados de la zona íntima, existen otros temas que se deben considerar. Por ejemplo, el uso de toallas íntimas que sean delicadas con tu piel. También puede ayudarte el uso de ropa interior de algodón que favorece la transpiración y evitan rozaduras.
Además, ten cuidado con el exceso de depilaciones en la zona íntima y en caso de necesitar atención médica, el especialista te dará la mejor recomendación.
Ten en cuenta que la buena higiene íntima permitirá que no se altere el funcionamiento de esta zona del cuerpo. Asiste a consulta ginecológica de forma periódica y evita autotratarte cuando presentes inconvenientes de salud.