No podemos hablar de Independiente del Valle sin nombrar al portovejense Junior Sornoza. El centrocampista de 28 años se ha caracterizado por militar en importantes clubes del país y a nivel Conmebol, sin embargo, su corazón es rayado como la camiseta de su actual club.

Su debut profesional lo hizo en los de Sangolquí en el 2011. Hasta el 2014 marcó 43 goles y 20 asistencias en un total de 103 partidos, su primer partido internacional fue el 2013 en Copa Sudamericana contra el Deportivo Anzoátegui.

Después de jugar en el Pachuca, Fluminense, Corinthians y LDU, regresó a IDV para marcar historia y ser uno de los pilares para que el club del valle aspire a catapultarse como uno de los máximos exponentes del balompié a nivel regional.

Muchos compañeros lo catalogan como el alma del equipo y el más jodón, siendo este último factor el que le da un buen ambiente al camerino en cualesquier momento de adversidad. Entre sus principales objetivos está el retornar a la Tricolor y ser tomado en cuenta para la cita mundialista de Qatar 2022.

Ahora el Zorro se enfrenta a tres retos claves en este 2022: LigaPro, Copa Ecuador y Copa Sudamericana. Previo a la semifinal con Melgar, Junior conversó con Metro Ecuador sobre sus objetivos dentro del Rey de los Deportes.

¿Cómo ve el partido contra Melgar?

Somos conscientes que salimos de local y tenemos que salir a proponer. Hay que prepararse muy bien. Tenemos que estar bien para pelear por todo lo que queremos.

¿Qué siente con Independiente?

Mucha felicidad, me siento muy bien y mi familia igual. Cada día que me levanto doy gracias a Dios por el momento en el que estoy.

Inicios con el IDV

Inicie en el 2009, cuando prácticamente no había nada. La verdad me siento muy feliz, muy honrado, hemos conseguido cosas importantes. Ese futuro campeón que escribimos alguna vez ahora ya es una realidad.

¿Piensa en Qatar?

Uno como jugador sueña con ganar se un espacio en el equipo de todos. Si se da la oportunidad bienvenido sea, a seguir luchando.

El molestoso

Siempre paso bromeando, pero esa es la felicidad y alegría del camerino. Dentro y fuera del campo tratamos de hacer las cosas bien.